Yo soy un cuaderno formado, de papeles reciclados,
y me encuentro en un bazar, de un señor oriental,
Nadie me quiere comprar, pues no doy olor a fresa ,
ni a ningún otro perfume, como otros que hace tiempo,
tanto de ello presumen.
Me encontraba muy aburrido, cuando se acercó a mi lado,
un niño muy decidido.
¡ No se que andaba buscando!.
Me tomó entre sus manos, me miró con curiosidad,
me llevó hacia su nariz... ¡Oh, que gran fatalidad!
Me soltó muy enfadado, porque yo, no olía a fresas,
ni a flores, ni a matas del campo.
Y se alejó presuroso, con las manos en la cabeza.
Me quedé muy desolado, cuando veo a una señora,
Que se me quedó mirando.
¿Que querría hacer conmigo?. ¡Ni podía imaginarlo!.
Pagó el euro por mi, y no me soltó de manos.
Soy rojo con rayas blancas, color de falda escocesa.
Pero me trató con mimo, no me metió en su despensa.
Por las formas, yo, pensé que quería darme huso,
para escribir sus recetas.
Otra vez me he equivocado, yo quiero relatar,
lo que al final ha sucedió: ha hecho de mi un álbum,
con todas sus poesías. Allí ha escrito sus vivencias,
que ahora, también son mías,pues los dos conjuntos formamos,
un recuerdo muy bonito para la posteridad.
Ahora no me quedan dudas. Mis hojas con esta unión...
¡Nunca jamás volverá al cubo de la basura!.
María de los Ángeles López
Publicado en el blog poesiaparaniños.desdecerralbaparaelmundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario