Ha llovido y no me he mojado.
Hace calor y no he sudado.
He corrido y no estoy cansado.
Comí y aún tengo hambre.
He visto caer cientos de hojas
y ninguna está en el suelo.
Oí un melodioso canto
y no hay cerca ningún pájaro.
Me han tocado en el hombro
y no sopla ni una leve brisa.
Deslumbraron mis ojos
y todas las luces estaban apagadas.
Hablé más de una hora
y el salón estaba completamente vacío.
Aplaudí fuertemente
y en el escenario sólo había sombras.
No tenía sueño y me quedé dormido.
No quería despertar y me levantaron a gritos.
Me fui a pasear pero no encontré caminos.
Me mojé los pies pero no había llovido.
No sé porqué me envuelve una luz que no existe.
No sé porqué mi sombra se proyecta contra la pared
si no hay ninguna luz encendida
y caen los pétalos de las rosas al suelo
si los floreros están vacíos.
Ni porqué siento rugir el mar
si no está soplando el viento
ni hay nubes en el cielo.
No sé porqué estoy escribiendo
estos extraños versos
si no hay editor que los publique
ni lector que se detenga a leerlos.
Del libro inédito Espejismos de JOSÉ LUIS RUBIO
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