Bañados en lava volcánica
eternamente unidos los dos
con sonrisas petrificadas
abrazados hasta el infinito
así los encontraron un buen día,
como recuerdo infinito
al mundo demostraron su amor
el día de pronto apagado
hasta la eternidad los catapultó,
juntos, abrazados y sonrientes
se burlaron de las horas
de un simple reloj.
Eva María Villalvilla Orzáez.
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