LA LECTORA DESCONOCIDA

Se ha sentado de espaldas a mí, pero ella no sabe que estoy aquí. Ni siquiera intuye mi
presencia. Sigo sumergido en la lectura, mientras ella deja su huella de carmín sobre una
copa de cerveza helada. Al fin, ella, también, se sumerge en la lectura.
¡Tiene un libro mío! Sí es mi última novela. No sé cómo la habrá conseguido, hace tiempo
está descatalogada.
¡Pero!: ¿Qué busca hojeando el libro con tanto ímpetu?
Observo su espalda tostada por el sol, pero delicadamente, sin excesos. Lleva el pelo
recogido en una cola, viste camiseta de tirantes rosa con bordes azules. Los tirantes del
sujetador son amarillos, color piel de chino.
Paga su cerveza y se va. Ni siquiera se ha percatado de mi presencia.

Del libro Enredos salvajes en las olas encrespadas de tu vientre de SALVADOR MORENO VALENCIA