Tempestades de erupciones, conmociones
delirantes de una inédita invoraz alegoría,
dibujaron como Gracos en el nervio de mi día
la oratoria de mi verbo en alfiles emociones;
y fui preso, pobre loco, de diversas sensaciones
alentado ciertas veces por mi rara geometría
construyendo en el parnaso de mi vasta geografía
este mundo de mi verbo troquelando pulsaciones;
no detuvo el climaterio de atrevidas tentaciones
este impulso cabildante de mis auras convicciones
que sembré sobre desiertos de mi dátil homilía,
y al momento que cosecho en carroza de pulmones
los dibujos himentales de indulgentes ilusiones
me desplomo, imperturbable, en mi pátina sombría.
Del libro Rimas insolentes de
RODOLFO LEIRO
Publicado en el blog rodolfovirginioleiro
No hay comentarios:
Publicar un comentario