Simplemente es existencia
en el semblante de una marino,
que corteja amaneceres
en las vigilias de una vida,
que más temprano, vuela,
con amores que el mar desespera.
Las pupilas saborean el desafío
en el fulgor de secuencias,
que se sellan con besos,
en olas que vislumbran nostalgias,
de inventados olvidos
al abandonar la tierra.
Temores y adoraciones
que se deshacen al acabar
el viaje,
en el limite infinito
de tener el cielo anhelado,
que amanece en un sueño
al estar con ella,
donde se reflejan imágenes
de la espera,
en un horizonte
infinito,
de ojos que soñaron
los abrazos venideros.
Juan Manuel Gracia Menocal. España
Publicado en la revista Oriflama 20
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