Serventesios
Y no mueras por dentro, que tu acento,
es bálsamo que cura las heridas;
y no sueñes con versos, que en lamento,
reduzcan y disfracen a otras vidas.
Fugaz, blanca paloma, en serenata,
desnuda cuerpo y alma en la vertiente
del fiero caminar que se desata
en el perfume intenso de tu mente.
Paseos y alamedas solos vuelan,
en malvas paraísos de color;
en pechos distraídos hoy se cuelan
bebiendo la ambrosía del amor.
Y miro frente al mar el horizonte,
cuando se asoma el sol recién nacido,
prendado de la bruma de su monte,
en Dios de los humanos convertido.
Mas, no mueras por dentro, que tu aliento,
es fuerza y es fulgor en la caverna,
de toda boca y faz, porque lo siento,
en muda soledad, en vida eterna.
Carmen Azparren Caballero
LA SOLEDAD NO TIENE EDAD
Hace 5 horas
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