¡Qué suavidad de las sábanas azules!,
más intenso cuando el calor aromático,
la piel extasiada de la hermosa amada,
desprende el roce con afectivo abrazo.
La dulzura hipnotizada, que embelesa,
tu cuerpo es erupción tentador de brío,
atractivo deseo-erotizante con calidez,
motivo de sensualismo tan espléndido.
La brillantez de azulenco es fantástico,
azul cielo elegante que es dulcificante,
junto cada minuto es un siglo de gozo.
Esa noche, sentiré el pálpito del amor,
la sensación más jubilosa del corazón,
no avance la hora, goce plácidamente.
Julio César Portella Medina -Perú-
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