Con anzuelos de oro
se pescan cerebros,
voluntades y corazones.
Triste es el saber de estos
que penden de la punta de la caña.
¡Es tan frágil y quebradizo el hombre!
Expuestos y juzgados
con la carga de recuerdos
frente a nubes de piedras
que les muestran su presente.
Uhh… ¿malentendido estelar?
Ana Maria Lorenzo
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