TODO.

Vale la pena despertar un volcán de erotismo y sensualidad dormido, prepararse por años para una visita de Cupido y perder el control, estar listo para amar o para una entrega total, Enloquecer, amar sin medirse en absoluto, dándole continuidad a una libido mágico y controversial.
Ser amante, ser amigo, tocar con tan solo un gesto o una palabra lo mas profundo del alma de alguien y desinhibirse por completo, dejar que las palabras sean dueñas de las emociones y los sentimientos de dos cuerpos amándose como si el mundo fuera a terminar en ese instante.

Devorarse mutuamente, pelearse por cada centímetro de piel sin dejar rastro de un canibalismo erótico y demencial, será acaso posible, encontrarse dos animales hambrientos uno devorando la piel y el otro penetrando y conociendo sus entrañas, ambos sentirse satisfechos, sintiéndose dueños el uno del otro.

Liberarse por una noche del pudor y de la religiosidad para pecar, hacer sonrojar a los ángeles por tan explosivo placer, soltar las amarras de la lujuria y navegar en un rio de sexo siendo esclavos, siendo amos a la vez.

Sumergirse en el dulce mar de una piel, drogarse con unos besos, debe ser algo mas que sexo, mas que una poesía, mas que derramar tinta en un papel, mas que narrar una nueva historia, en cuerpos desnudos y lujuriosos.

Amar hasta la muerte, pertenecerse aun sin mirarse, aun sin tocarse, sin decirse ni una sola palabra, ser un hermoso capricho, una musa, un escriba, amante y dama, una hombre y una mujer liberando el alma, temblando de alegría y de miedo.

Sentirse completos, envueltos en sus cuerpos como la mariposa y su capullo, sintiéndose seguros, sintiéndose vivos, demostrando que vale la pena entregarse, experimentando con cada acto de amor, que es posible soñar y vivir una multitud de fantasías, así la tierra tiemble y el cielo les caiga encima.

Si, vale la pena, vale todo, todo es posible, todo puede ser real, hay que despertar.

JAIME GONZALEZ -Colombia-
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