La luna menguante es una cuchilla.
Yo la siento en mi piel.
Dejar que corte mi pecho,
con su afilada hoja, de plata y viento.
Que me desangre, siendo millones de estrellas y luceros
Dejarme que agonice viva muerte.
Muerte silenciosa y tendida en medio de un campo,
de corazones que gritan.
Con voces lejanas de muerte y silencio.
Un pulso de cometas.
y una herida abierta a lo largo de mi pecho.
Donde supuran miles de pulsos que centellean.
Dejarme morir sobre mi ser.
Dejarme morir siendo el anochecer.
Debora Pol.
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