Me dejaste entrar en tu primavera,
amando tu ternura en todo su albor,
ufano quería por vez primera,
razón de no poder olvidar tu amor.
Inolvidable instante de mi existir,
cadarzo tierno de mi primera flor,
inquietante anhelo, volver a vivir,
obstinado a tu inigualable candor.
Musa, virgen al entregarte fuiste,
apasionante, inefable virtud,
himen, naturaleza que me diste,
emoción etérea a mi juventud.
Cómo evoco tu tímida inocencia,
hermosa niña de mi adolescencia.
Mauricio Mahecha Cadena -Colombia-
No hay comentarios:
Publicar un comentario