La tierra abrió sus entrañas
el sembrador tiró la semilla
que tierna brotó en primavera,
un manto verde apareció entonces
con la metamorfosis del trigo
nació la nueva sementera.
El tiempo apuró el paso
se fue diciembre llegó enero
con cálidos días el mes estival,
creció la mies apareció la espiga
nuevos granos en ella nacieron
dieron vida al extenso trigal.
El sol con los rayos dorados
la sementera tiño de amarillo
llego el tiempo de cosechar,
las avecillas esperan su parte
pues saben que en el rastrojo
granos perdidos han de quedar.
Verano tiempo de trillas
de granos, de esperanzas
que con amor esparció el labriego,
nuevas semillas entrega la tierra
otra vez se llenará el granero
en pan se convertirán luego.
Dios es justo en la existencia
al hombre dejó en la tierra
dio la fértil pradera al labrador,
granos de oro puso en sus manos
para que siempre en la vida
fuera un alegre sembrador.
Moisés Castro Parra -Chile-
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