El insomnio del sufrimiento
aguza en su taller
un silencio de agilidades
que ignoran en la oscuridad
como descartar las sombra,
como su aspecto siniestro
rota desesperado
con imágenes que titilan
tañendo búhos de hielo
en trémulas noches
entre recuerdos y nostalgia,
estelar y osada estrella,
trasnochador nenúfar
abrazado al dolor del sueño,
coagulada sangre
que esconde su pulso
en una ofrenda extinguida.
Hoy se escribe tu poema,
hay un sustrato bajo las mareas
abrazado a sumergidas energías
donde una tripulación de brumas
saludan tu cuerpo y tu intelecto,
revelan enigmas,
envoltorios donde germinan
corazón y alma,
seductoras abejas de ternura
rumbos de mareas
enredadas a un pie de azucenas,
nenúfar desgajado de escritos
panal de versos de amor
abrazados a tu cuerpo,
perfección de gloria
cuando la noche deja intacto
un canto alrededor del día,
audacia de un honor
ritmo que nace
en templos inmensos
abriendo puertas esbeltas,
rimas de telegramas
que desafían el aliento
de un impetuoso viento,
recuperar de costa a costa
deseos de armonía.
García de Garss
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