He surcado las aguas de tu río
en absoluta desnudez, sin verte.
¿Dónde y por qué decides esconderte,
mi ninfa de las aguas? Desconfío
del silencio y la calma en el bravío
paisaje de tus glorias. Huele a muerte
o a exilio en las orillas, y revierte
de nuevo a mí la imagen de tu brío.
Tantos siglos perdidos… Olvidadas
tú y tus hermanas, y las algaradas
festivas en galante desnudez.
Te sueño entre los olmos, sugerente,
o remontando juntos la corriente…,
en tu mundo de tersa exquisitez.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -In memoriam-
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