Entierro mi arma por falta de motivo,
no me apetece aniquilar al rival´
no le veo nada positivo.
Me llamarán cobarde y mal patriota,
no le encuentro la razón, a una lucha
donde morir ,por un ideal, es de idiota.
Al apuntar al enemigo y me pongo en su pellejo,
me tiembla el corazón ,no me enseñaron a matar,
fue uno de mis primeros consejos
Asomo la cabeza en la trinchera y me angustia el panorama,
no es agradable para mi, hombre de paz,
contemplar tan dantesco y penoso drama.
Mi compañero de trinchera yace herido de muerte,
no es lícito escuchar,pobre hombre,no tuvo suerte.
Un guerrero desencantado no es un gallina,
tiene su corazón y se viene abajo,cuando de su hacer, opina.
Dolor interno y sufrimiento, en la contienda, se padecido
acaba por ser normal,cuando el sentido común, se te ha ido.
Viudas,honores y banderas a media asta,
a la guerra, nunca más, basta.
ESTEBAN FERNÁNDEZ LOBATÓN -Conil-
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