Se marcharon los narcisos
y también los tulipanes,
lilas y los azafranes
todos ellos indecisos.
A la natura sumisos,
en Mayo como es costumbre,
a la vistosa legumbre
dan cornejos que florecen,
y en el huerto se enternecen
hasta Junio en certidumbre.
La lluvia fue generosa
y las heladas ausentes,
nos dieron grandes presentes
con la magnolia y la rosa.
La primavera vistosa
deja al sol de vez en cuando,
y anda que brilla menguando
entre la luna y su estrella,
quien sabe cuál es más bella
cuando me ando preguntando.
Todo se cubre de verde,
brotan raíces la grama,
y nuevas hojas la rama
que el arce y roble recuerde.
Todo gana, nada pierde,
al voltearse otro Junio,
y nuestra suerte y pecunio
parecen no terminar,
sólo basta caminar
para ver tanto fortunio.
Se oyen gritos de pichones
reclamando sus meriendas,
abren toldos nuevas tiendas
nuevos y buenos rincones.
Se sienten bien los riñones,
y tengo un nuevo sombrero,
que desde el mes de Febrero
esperaba su llegada,
otra cuenta cancelada
en el libro del torero.
Eloy Nepo
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