¡Despertó el viento entre la voz del mar!
En las profundidades eternas, sus sendas,
donde las estrellas luminosas de mar callan.
¡Despertó en el rugido de olas rotas!
en las ondas destrabadas del tiempo.
En sonor tenue se desliza imperiosamente.
¡Despertó entre paveza real sus brazos!
como ave extendió sus alas de oro bruñido.
Y como soberano se rindió en aires plateados.
¡Despertó el soplo de su boca, en la lengua de
mares muertos!, en el ocaso desposeído de luz,
y en los diminutos moluscos que desmayan.
¡Despertó en raudales sus ojos, y compasivo
besó sus senderos, a causa del calor ardiente
que como monstruo de mil cabezas devora la tierra.
¡Despertó en las entrañas que gimen lánguidas,
en sus ojos arenosos, desvaídos en quebranto...!
Sutil despertaste entre cumbres de mármol
que lentamente se desgajan en negro precipicio.
¡Despertó en hilos impetuosos y brío noble!
¡De su boca prudente, un soplo recio...!
¡Y tus pulmones abrazaron la tierra...!
Cristi Pineda -México-
Poemario: Los Senderos del Viento (Inédito)
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