POR UN PLANETA LIBRE

De la guerra y la hambruna,
del racismo y la violencia,
de la corrupción latente,
de la discriminación,
y la deshumanización del hombre,
¡Salvemos a nuestro amado planeta!

Pugnemos por la paz del día a día,
hagamos y exijamos la igualdad en nuestro entorno,
evitemos la violencia,
y la lacerante e insípida corrupción,
que desluce la verdad y los más íntimos valores de los hombres.

Eduquemos a esos hombres y mujeres del mañana que dirigirán La Tierra.
Ahora niños de mente lúcida y permeable,
porque la educación “se mama”,
y la formación es el alimento diario que hace hombres y mujeres diferentes.

Seres que cultivan arboledas,
que resguardan los mares y los ríos,
que siembran trigo y maíz en los surcos de la historia,
que luchan por la salud y la vida del planeta.

Esos seres que evitan la extinción de ecosistemas,
y desgranan en la flora y en la fauna,
las bondades de la ciencia inteligente,
en aras de la vida de un planeta libre,
a salvo de la letal contaminación.

No es un sueño, es un clamor de los no ciegos y sordos que emprendemos ya,
la cruzada más grande de la historia,
en aras de un planeta vivo,
de una vasta flora y fauna,
en aras de un mundo mejor.

Seamos hoy, esos niños con valores y formados en la razón y la concientización.

Liberemos ya del yugo de inconsciencia al planeta sin fronteras,
sin razas, sin color, sin desamor.

Porque así es en realidad
nuestro planeta.
No lo secuestremos más en la ignominia.

Hortencia Aguilar H