miércoles, 20 de diciembre de 2017

UNA MAÑANA CUALQUIERA


Una mañana cualquiera desde algún lugar mengano,
con lo poco que he vivido,
y lo mucho que a golpes me han enseñado,
miro por la ventana y me encuentro con el vacío espacio.

Con un cielo limpio, azul purificador,
fuera de un mundo material,
despreocupado solo abunda la belleza,
observándote se olvida toda prisa, desoyendo todo lo que a mi lado agobia.

Miro al cielo sin pedir ningún deseo,
él sabe perfectamente lo que quiero,
cada noche se lo cuento a la luna, que observadora me escucha,
mientras nos hacemos mutua compañía pues ella también oculta su tristeza.

Ella me pregunta por qué miro tan atenta las estrellas,
le hablo de un amor imposible, desventurado,
noto gran tristeza en esta dama plateada,
solo ilumina a otros enamorados mientras ella muere de pena.

Abatida al amanecer te cuenta cotilleos,
amoríos vacíos, sueños encontrados,
te cuenta la causa de mi dolor ,
pero no te dice que ella esconde su tormento cuando sale el sol.

Elisa Toledo

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