Al cierre del Año
Viejo, hay pérdidas y ganancias, como en todos los negocios.
Con las pérdidas sufridas hemos cubierto la cuota, de todos los acreedores.
Las ganancias infinitas que nos deja el AñoViejo, nos llenan de amor y gloria, cual guerreros en la historia.
Los honores recibidos y las múltiples preceas, son el amor de los hijos, de los padres, de los hermanos y amigos.
No hay más que dar las ¡Gracias!, a nuestro gran escultor, al más sublime creador de la historia y de la vida.
Gracias también al Amor, y sobre todo a la vida.
Gracias, mis amados hijos,
gracias familia y amigos,
por llenar de amor mi historia.
¡GRACIAS AL DIOS DEL AMOR!
¡GRACIAS A LA VIDA!
GRACIAS...AMOR...
GRACIAS 2017.
¡¡BIENVENIDO, 2018!!!!!
Hortencia Aguilar Herrera -México-
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