Tú,
mensajero del cielo;
llegaste con tu pluma
hasta por debajo
de las líneas de mi piel.
Trepando la cúpula
de mis pechos,
me escribiste
con tus labios
letras con sabor a miel.
Capitán de mi barco;
hundiste tus anclas
en lo más profundo
de mi soledad.
Alzaste con tus brazos
un mástil de amor
en medio de mi corazón,
que moraba casi encallado
en una pálida orfandad.
Besando mi cuello,
tus manos ansiosas
fueron atrapando
todo mi cuerpo.
Mis dedos de fuego
tocaron tu pasión,
tu verbo encendido
hasta el límite,
elevando tu seducción.
En ese cielo prometido,
con nuestras bocas
buscándose,
con el hambre de amar
de tanto tiempo de espera,
mordimos las miradas,
saciamos la distancia
y soñamos lo posible
en el caliz del deseo
de bebernos juntos
esta quimera...
Diosma Patricia Davis -Argentina-
No hay comentarios:
Publicar un comentario