Que escribir cuando las manos solo piden acariciarte, deslizarse como gotas en tu espalda tersa, dejar huellas húmedas de su cause persistente en la arena seca de tu ingenuidad, construir castillos con erizos prófugos en tus poros.
Que decir cuando los labios exigen tus besos, mordiendo deseos aquietan sus ganas, besando la sombra de tus suspiros enciende la llama, bebiendo tus silencios despierta la sed en la distancia, cerrar los ojos amenaza la calma, y abrirlos provoca las ganas.
Que mirar cuando solo deseo cerrar los ojos, descansar en tu boca de miel, jugar con tus labios como viento y mar, ser gaviota con alas extendidas surcando el océano de besos caudalosos, navegar en el profundo misterio de aguas encendidas cubiertas de piel, ser rescatado por tus abrazos en la playa del delirio, hasta revivir juntos viéndonos con los ojos cerrados.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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