ÁNGEL OLVIDADO

En el cielo
yace acurrucado
tu ángel.
Se siente desconcertado
sin saber
como reaccionar.
Él es quien
guarda tus sueños,
te dice
si está errado
el sendero,
si el momento
no es propicio
o estás
encaminado mal.
Él cuida tus pasos
y tú lo presientes,
acusas recibo
de su caminar.
Sólo que a veces
olvidas su ruego
y él queda abandonado
sin poderte alumbrar.
Él es la voz
de tu conciencia;
rostro de niño,
alas de esencia
y con su cobijo
nunca nada
te va a lastimar.
Su piel es tersa
como la seda
y su fragilidad
sabe bien de heridas,
por eso
te muestra seguro
por donde su luz
te pueda guiar.
A veces
te apartas un poco
y quieres seguir
lo oscuro;
no importándote
sus consejos
ni todo su suplicar.
Entonces él
muere arrumbado
en un rincón del cielo,
cuando una tormenta
apaga su fuego
y aunque lo intente
ya no puede brillar...
Cúbrelo con tu amor
en noches
de desasosiego,
pues él
le infundirá calor
a todo tu cuerpo
y de su candil
recibirás la luz
que siempre te calmará.
Ese ángel
cuando tú lo olvidas
se siente muy triste,
ya nada comprende
y cual si tuviese
todo tu miedo,
piensa en tu dolor
y se pone a llorar.
Porque no es más
que un ser humano
que por
el mal del mundo
se escapó
hasta el cielo
y quiso
desde ese sitio,
tu rumbo poder llevar.
Entre las nubes hoy,
hay ángeles solitarios
que como el tuyo
morirían huérfanos,
sin conocer un abrazo
ni saber lo bello
que es el amar...
Por eso Dios
les dio un hogar
a cada uno de ellos,
con la misión
de que con todo celo,
desde su altura
los puedan cuidar.
Ellos quieren
ser tu compañía,
poner paños fríos
sobre las heridas,
en tu soledad
ser la mano amiga
y decirte que por ti,
desde siempre velarán...

Diosma Patricia Davis -Argentina-