siento una voracidad insaciable de ti
incontrolable, irresistible
deseo devorarme al universo y sus constelaciones
devorar cuanto desierto se me plante enfrente
deseo devorarme huracanes, estallidos, conflictos, torbellinos
y después, mucho tiempo después
descansar en tu cuerpo
y beber de tu silencio
dormir al abrigo de tus pechos
dormir contigo
aunque después
tiempo después
me devores
JOSÉ ALFREDO CISNEROS DEJESÚS -México-
Publicado en la revista Trinando 9
No hay comentarios:
Publicar un comentario