jueves, 1 de septiembre de 2016
RETÓRICA DE UN POETA MALDITO
Emprendo la tarea iterativa
que me impone mis entrañas.
Tras arar memorias inabarcables,
siembro añoranza sin escarnio,
para segar la cosecha
de asonancias y aliteraciones.
Embalando artilugios
en estrofas asimétricas.
A la espera del nuevo temporal,
reposo entre nubes,
mientras dubitativo escucho
el compás de las luciérnagas.
Sin dejar de entrever
las anáforas colosales
que contiene mi calidoscopio.
Tras las cuales se esconde
la alegoría de mi vida:
etopeya de un canalla.
ERIC URÍAS -México-
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