viernes, 2 de septiembre de 2016

HORARIOS DEL DESEO


En la oscuridad cabe este sol de manos para encontrarnos.
La noche no borra el bisturí erguido de tu cuerpo.
Los helechos a la entrada, verde ingravido al lado de tu silencio el deseo hecho jerga y vanidad.
Sombra frutal de labios, aromas de cuerpos, sal mojada de la redondez.
Nos trae a vereda esta dicha de mestiza piel.
De educarnos con premuras y besos.
Entregados. Los dos.
Efímeros, sedientos, polos y latitudes que sorben el escalofrío de los cuerpos.
Atentos y apagados.
Luz moldeada y respirada.
Como un mar abierto, socado, cayendo entre el azul discreto.
Amor; paralelo de la vida, ego y gusto.
Manual de los vivos.
Desde los olvidos hasta el cedazo de los vientres.
Suficientes es la entrega, avezarnos, deshabitar la apariencia, desinflamarnos las dudas.
Todo lo torpe en el cansancio.
Todo lo dado en la burguesía del cuerpo.

Belen Aguilar Salas

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