Hay un breve espacio de abandono,
mientras te abres para las sombras.
Pero es desde el alma
donde despiertan los gemidos de tu boca,
haciendo eco entre la noche que asoma.
Noche seminegra.
Pero tan intensa,
que te deja explorar el atlas del silencio.
Y a puro corazón.
Breve dicha.
Porque a veces tiemblas
a la hora del olvido.
O cuando gritan los recuerdos
en tu adentro.
Aún así.
Pareces oír
la extensión del universo,
desde el ambiente, donde existes.
Fabián Irusta -Argentina-
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