Soy el suelo de tu suculenta vida
y por tu desprecio mereces la fosa,
te miro y más te aborrezco por perdida,
pero estás orgullosa.
Manos de guante blanco ven mi alcancía,
no son las mías si estoy con fiambrera;
te maldigo, porque engulles mi alegría
y a mí me desespera.
Te crecen colmillos y me los enseñas,
cuando yo sin garras, un cero a la izquierda.
con tus hechos implacables me haces señas
sin que a ti te remuerda.
La España corrupta roba mi vivienda
arrancando las cuerdas de mi guitarra;
incluso roba lo que me queda hacienda
dejándonos chatarra.
Estamos maltratados sin esperanza:
alargan la agonía hincando más la uña.
¡Salgan de sus fauces, nos pinchan con lanza,
con patas y pezuña!
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
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