REFLEXIONES POST ELECTORALES DE UNA CIUDADANA CONFUNDIDA

Hay un país muy meridional
al que todo le va fatal.
Es una nación muy peregrina
al que su mapa asemeja
El estirado pellejo
seco de un toro.
Aunque sinceramente creo
que es más becerro que toro
o quizá un buey ya viejo.
Un lugar donde los caciques
aún no se han jubilado
tampoco los señoritos extinguido.
Estos poco nobles sujetos
no sueltan el mango de la sartén
para ellos asirla es lo natural
pues sujetándola con fuerza
les va súper genial.
Mangonean a su antojo,
manipulan con destreza
y a la población sedada
por maléficos hechizos fatales,
parece que todo le da igual.
¿Qué a la sanidad, de pública le queda poco?
¿Qué la educación cada vez más
es privilegio para el rico?
¿Qué nos congelan las pensiones?
le daremos doble vuelta a la bufanda.
¿Qué los vecinos, nietos, primos
y la propia prole no encuentra empleo?
Nada importa a pesar
de que la economía familiar
no permita ni la vulgar sopa de ajo.
La corrupción de las azules gaviotas
es de altos vuelos,
Más abajo los pendejos hacen el sucio trabajo.
Los buitres más carroñeros
lo hacen a ras del suelo.
Los comedores sociales
no tienen ni para pan.
Y los pobres vergonzantes
esos que pasan hambre en silencio
y aún conservan el talante,
no pueden comprar un sello
para mandar por correo,
a su hijo el emigrante,
una carta húmeda de lágrimas
de una madre muy afligida,
por la obligada lejanía
del vástago muy querido.
Que siendo todo un licenciado
al extranjero ha marchado
y conseguir un sueldo humilde.
Esto es un sin vivir
el pueblo solo hace que vegetar.
Hace tiempo ya decía mi progenitora,
que a pesar de los timos y las pompas
de unos cuantos la masa está dormida.
¡Y yo sigo siendo una ciudadana confundida!
Porque no parece que a corto plazo
se liberen de tamaña brujería.

Concha Gorostiza Dapena -Conil-