¡Yo sé que a ti te estorbé,
ignoraste mis lamentos.
Hoy te vi y bien recordé
todo el tiempo que me até
con el alma y juramentos!
¡Ya no estoy enamorada,
no es lo mismo como ayer;
ahora, decepcionada.
No pretendas poseer
estas curvas de mujer!
¡No me busques nunca más
que sané mi corazón
y no volveré jamás
con control y la razón
a tu lado, moscardón!
¡Sigo joven, tú estás viejo,
te lo digo sin piedad,
pues me lo canta tu espejo
arrugando tu entrecejo,
que te dura la maldad!
Yo te habría hecho feliz,
pero tú fuiste un enjambre
con avispas de jardín.
Si de mí tú tienes hambre...
¡Vete, adiós, adiós , por fin!
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
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