Contigo he vivido en
esta quietud de pájaros
dormidos,en tu bohío,
en tu guarida
bañada de rocío,
en tu Dulcinea yo
como un Quijote
incoherente
de versos y molinos.
He vivido contigo, desde
tu epidermis hasta tu voz
de susurros.
He rescatado contigo
tantas palabras
dilatadas que
parecían perdidas,
que me parece hoy
extraño haber recorrido
tanto en el abstracto
mundo de mis
sensaciones, y haber
podido llegar a ti
de un salto,
de un solo sorbo,
de una sola mordida;
solo desde mi
vida a tu vida,
fresco como el rocío
de mañana; sin nada
que definir, limpio
en el aro de nuestra
circunferencia, rezagado
en el mar de nuestras
memorias.
Solo de mi con tantas
cicatrices y tanto olvido,
he recorrido en tan
poco tiempo
tu distancia sutil,
tu diadema febril
como queriendo descubrir
todo lo que se me había
perdido.
Como un galeote perdido
venía flotando sin
dirigirme a ningún puerto,
solo en el mar abierto,
siguiendo suntuosas
estrellas, estrellas
distantes y frías,
desfiles de nubes
opacas y vagamundas.
Venia, solo, viajando hacia
el infinito, hasta que encontré
tu puerto y con un profundo
albedrío quise anclar en
tus muelles profundos,
en tu diluvio de esperanza,
en tu cabeza llena de
estrellas y horizontes.
Hoy siento el descanso de
este inmenso barco que no
fue capaz de un mínimo receso.
Hoy me dirijo a tu estrella, a la
infinidad de tu cuerpo, a
encontrarme con tus besos.
JAY JAY
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