Entre fatiga y fatiga,
algunos se detienen
a meditar el destino, los ruidos
mayores y menores, los sueños,
las ternuras, las malas y buenas maneras;
uno, como de regreso,
ordena la mesa del pan justo
y del preciso vino,
la serena la plácida mesa
del festivo trabajo y el amor cierto;
ordena la vajilla más alegre
mientras sonríe con cierto dejo de piedad.
Del libro "Cono de sombra y casa de pan" de
Marcos Silber -Argentina-
Publicado en la revista Estación Quilmes
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