sábado, 4 de enero de 2014

LA MALA NOCHEBUENA


Mi balcón tiene el Norte a su derecha
 y a su izquierda el Sur
Enfrente tengo una plaza,
 y a mis espaldas una mesa.

  De la derecha me llegan canciones
 de gentes que se hallan  a gustito
 bebiendo riojas y comiendo pavitos
dando rienda suelta a las emociones

 Del Sur me llegan silencios
 de esos silencios que hablan
de niños que viven en el desierto
 ¡Oh Dios!, qué tristes sus miradas,
 mejillas vacías y barrigas hinchadas.

 Más allá de la plaza está la Base de Rota
con aviones, misiles y buques de guerra
 preparados para amansar toda revuelta.

 Madres y niños hambrientos
 que malviven bajo las estrellas
esperan de la generosa Parca
que ponga fin a sus sufrimientos.

 Y yo tengo a mi espalda la mesa puesta:
 cordero asado, Rioja, Albariño, cigalas, jamón
En la tele el Monarca nos cuenta lindezas
 envía saludos a los parados, desahuciados
 a pensionistas que ven menguar su pensión.
 ¡Dice que a todos ellos lleva en su corazón!

 Yo no quiero reyes que consienten:
 que  a su pueblo roben  y humillen
 que ningún político vaya a la cárcel
que a los asesinos y ladrones indulten
 sin devolver lo robado estén en la calle.

 Mal ejemplo me dais, Majestad.
Tengo la mesa de alimentos llena,
 tal vez sea mi última Nochebuena.
 Las gaviotas se posan en la basura,
mis pájaros no cantan entre rejas,
entre cartones viven familias enteras,
 pasan hambre y frío en la noche oscura,
el llanto de un niño aterido me llega...

Y al igual que usted, Majestad,
yo bebo para calmar mi conciencia

 ¿Dónde estás, Jesús? , ¿a qué esperas?
¿Por que no sacas el látigo y nos liberas?
¿Por qué no limpias de mierda la Tierra

JUAN PAN GARCÍA

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