viernes, 25 de octubre de 2013

ARQUITECTURA INVISIBLE

Leer la línea del horizonte
Permanecer en su rostro
anaranjado de azules

Quebrantar el código de
amarillo fugaz
Nombrarnos en la plenitud
de un incendio

Construir el oratorio
sobre las ruinas
romper la voz
devolver el temor a las hojas

Gritar que nos crece la noche
estamos solos.

INGRID VALENCIA
Publicado en la revista Ágora 1

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