A mi querida hija Eva Fontecha Fontecha
Te prometo que me asusté,
por un momento no supe reaccionar
ni tan siquiera llorar.
Me sentí animalillo acorralado,
apercibí sus ojos
absorbí en mi piel su temor
y comprendí que la voz no era mía.
¿Por qué no reaccioné a tiempo?
¿Desde cuándo la realidad perdí de vista?
Nunca sueltes mi mano,
no quiero, no…,
nunca me lo perdonaría.
LOLA FONTECHA -Jaén-
No hay comentarios:
Publicar un comentario