¡Qué triste me resulta!
Hombres y mujeres hablando del mal trato.
Pleamar en los pies de estos,
que no sólo son las maltratadas
las que existen y mueren,
sino que abundan los varones
rotos por mujeres.
¡Qué poco de ellos se habla!
Aliento que casi no se palpa.
La certeza de las otras;
el silencio de estos.
Matriarcas de sus casas,
que cruzan la nueva orilla
y con abusos y provechos,
planean los golpes
a aquél que entregó su vida
por ellas.
Marea creciente
que muerde los pies
y deja secos a los hombres.
Poema que tenía que nacer
en su defensa.
ANA MARIA Lorenzo
Publicado en el Facebook lecturalibre
No hay comentarios:
Publicar un comentario