¿Dónde quedó el amor que nos prometimos?
¿Dónde el deseo contraído entre besos de seda?
¿Dónde tu mirada enamorada, que a cada tarde acariciaba mi espera?
¿En qué momento desertó de mi piel la pasión imperecedera?
Dejamos que la llama se apagara,
para ir muriendo de amor
que no de entrega.
Y hoy te miro y no te veo,
hoy de nuevo me duele el silencio,
porque antes era amenizado con tus risas
y hoy ya…,
ni las recuerdo.
Admitimos a la soledad,
en el centro de nuestra cama
y desayunamos con la rudeza
en la misma mesa
que nos quema a diario las tostadas.
Ya no espero tu regreso,
ya no deseas los encuentros,
la desidia nos llevó de la mano por el frio amontonado
y perdimos el calor en un día de verano.
Tras los años hemos descubierto,
que perdimos en el camino
los otoños que nos estremecían,
aborreciendo primaveras que daban color a nuestros ojos,
amoldando nuestros cuerpos al invierno duro y cruel,
que ya es lo único que nos mantiene alerta…
LOLA FONTECHA -Jaén-
No hay comentarios:
Publicar un comentario