Un aguilucho calló,
en una granja de gallinas,
y nunca aprendió a volar.
¡Solo como sus vecinas!
*No le preocupaba nada,
comía como los demás,
maíz, afrecho y pienso,
corría tras la gallinas
cual un ave de corral.
*Aprendió a convivir,
feliz en aquellos campos,
sin darse cuenta que ella,
guardaba en si una historia,
pero ignoraba su rango.
*Hasta que un día pasó,
por la granja un buen señor,
que al contemplar su plumaje,
su pico y sus uñas,
le dio consejo al granjero,
diciéndole que el aguilucho,
no era ave de corral.
*El era de altos vuelos,
y debía aprender a volar.
Ella está adaptada
a los animales de granja.
Mas el visitante extraño.
La llevó a la montaña.
*Y poniéndola en la cumbre,
le dijo :¡ tu puedes, salta!.
El águila que ignoraba
la potencia de sus alas,
se resistía a saltar,
una vez y otra vez más.
Más al ver tanta insistencia
el águila saltó presto.
Y de una sola vez
se vio volando hacía el cielo.
*Preciosa fue su excursión
El hombre la vio feliz
cuando empezaba a subir.
*Solo una vez regresó,
para poder saludar
a aquel amable señor
que le hizo comprender,
de su vida la verdad.
*¡¡Es que no era un pollito,
Y que podía volar!!.
*Si un día la ven por la granja
mandarle un gran saludo
Cuando vuele por el aire,
El aguilucho de ayer,
Hoy es águila Real,
¡Y vive en su propio mundo!.
María Ángeles López
Publicado en el blog poesíasparaniños.decerralbaparaelmundo
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