Enraizado al suelo
como un gran árbol
en un bosque eterno
donde ni el sol
pasa de largo,
todo fuerza es
y del suelo aún más
quiere absorber,
efluvios de sonidos inmensos
reverberan desde la tierra
para humedecer el tronco
desde las raíces
y así, más firme ser,
hojarasca amontonada a sus pies
proteger quiere esa esbeltez
para que entre todos
él se pueda ver.
Eva María Villalvilla Orzáez
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