jueves, 4 de abril de 2013

DECEPCION


A cierta gente uno le perdona todo,
Todo, todo.
Absolutamente todo.

Desde lo más abyecto a lo más siniestro,
Pueden estar en medio de una violación, asaltando un banco,
Jugando a la ruleta rusa, estafando a un niño en la calle…
Le perdona todo

Son pocas, contadas con los dedos de la mano
Nos hacen cagadas, una, otra, nos decepcionan,
Y uno les perdona todo, todo

Porque sabe que detrás de eso viene el gesto increíble,
La mayor de las patriadas
La charla confidente
El mate a tiempo justo
Y uno les perdona todo

Porque uno no puede enojarse con esa gente, porque sabe que son pocos
Y que cada día que pasa uno se pone más viejo, menos sabio, más sólo
Y presiente que le queda poca gente que lo quiera con el alma,
Que le perdone todo, que le escuche todo
Que esté de parte de uno cuando todos se dan vuelta
Que luche espalda con espalda contra los malos,
Y uno les perdona todo

Hay momentos, pocos en la vida
Donde se abre una puerta
Se ensayan disculpas, todo es vergüenza
Y uno se pone peor que el otro

Y uno desearía no haber nacido
No haber pronunciado nunca esas palabras
No haber dicho, no haber hecho, nada
Pero uno…. Qué se le va a hacer
le perdona todo.

Pasa, como pasa todo,
El tiempo cura todas las heridas dicen,
Mientras tanto, la garra de la noche te atenaza y te toma por el cuello
Y el sueño no viene pensando en esa cagada
Meditando cuándo podrá ser el día nuevamente en que tengas ganas
Reales ganas de volver a tomar un café sin prisa

Mientras tanto la tristeza te toma de rehén, te sacude la moral
Te pide a gritos no haber estado allí,
Te implora volver el reloj atrás y que ese día no existiese
Y se instala como una losa en el pecho
Y te aprieta y te carcome
Y te despiertas en medio de la noche, sudoroso
Pensando en lo que viste, tratando de que nunca hubiese pasado

Tomará un tiempo, tal vez breve, tal vez largo
Seré carne de diván miles de tardes más
Las charlas volverán
El dolor dará paso al olvido,
Porque en definitiva, lo que importa, lo sublime de todo esto
Es que a esas personas,
Sin las cuales uno ni imagina la vida sin ellos,
En el fondo, con el alma descarnada
Les perdona todo.


Carlos Alejandro Nahas
Publicado en la revista Todas las Artes Argentina




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