Por mas piedras que maltrate este pie
camina hacia tu casa
una y otra vez
mis rodillas conocen lo rugoso de tu calle
mi porfía me obstina frente a vos
sin embargo
tu pedestal de madera te separa de mis huesos
quisiera que bajes a dormir a mi costado
que veas mi ojo izquierdo
quiero que mis noches suban por tu vientre
y te levantes después cada mañana
que la anestesia te corroa como a mí
que no te apiades durante todo un día
que no mires para abajo cuando tiran de tu sayo
y te salves cada noche frente a un plato de comida
que te animes a vivir en esta tierra
como yo
que te hagas humano necesito
que la mortalidad de tus jugos te acompañen
pero que estés en la tierra
mientras tanto
Del libro "Sapo que no se traga" de
AMALIA PÉREZ -Argentina-
Publicado en la revista Poesía del Mondongo
No hay comentarios:
Publicar un comentario