¿A quién pretendes engañar,
cuando de amor dices hablas?
y solo fue capricho,
de inofensiva flor disfrazada.
¿A quién pretendes engañar?
doliéndote con la escapada de tus garras,
al ver que todo se complicaba
y que nada aportabas.
¿A quién pretendes engañar,
cuando todo lo dejabas en palabras?
y el yo, mi, me, conmigo, era lo que impugnabas.
¿Para qué seguir contigo?
si el mundo es tangible
entre poesía
y música para bailarla.
¿Para qué bloquear camino?
cuando la senda está para andarla
y vivirla por impulsos
cual mariposas aladas.
Y ahora que todo acabó.
dime:
¿Dónde y cómo me equivoqué,
para que pisaras mi alma?
LOLA FONTECHA -Jaén-
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