El pueblo es mío en bicicleta.
Las orejas se tiran para atrás.
Puedo inventar el viento si pedaleo.
Cuando llueve ando más fuerte y la lluvia me escribe telegramas
húmedos.
Me dibuja en el cuerpo un mapa.
Se parece al de mi pueblo
pero es infinitamente mayor.
Roberta Inannamico -Argentina–
Publicado en la revista Poesía del Mondongo
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