martes, 5 de febrero de 2013

17


Cuando entré
tres ojos me recogieron
dentro de sus esferas,
tres ojos duros enloquecidos
de enfermas dementes:
entonces yo perdí los sentidos
entendí que aquel lago
azul era un pantano
cenagoso de desperdicios triturados
en el que me ahogaría.

Del libro La Tierra Santa de  Alda Merini -Italia-
Publicado en la revista Escritoras Unidas y Cía


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