domingo, 22 de agosto de 2021
GRITO
Es un grito de dolor,
es un necio grito de dolor,
mi corazón se deshace entre las pieles
de palabras ennegrecidas,
de malditas palabras que te enajenan
hacia un lado oscuro de tu alma.
Ni un te quiero,
ni una dulce mirada,
ni una mano extendida
que te ayude a soportar
esta negra ventisca
que aleja mi felicidad.
Siempre hay un ¡ay!
en esta vida de humilde,
que nunca quiso hacer daño,
y por no dañar,
la rompieron en pedazos.
Ya no queda nada
de aquella que fue...,
nada.
Quiso ser tan fuerte
que se rasgaron sus alas,
y se perforó su vientre,
y sus ojos sangraron
lágrimas eternas de dolor,
en un cielo de constantes tormentas,
en un cielo obscuro,
donde sólo brillan los rayos,
ni lunas, ni estrellas...,
sólo rayos y truenos.
Y mi alma,
el día que me muera
descansará en Paz.
MILAGROS RUBIO MAS
CUADERNO VERSOS EN EL ALMA.
ANTES DE HABLAR CONTAR O COMENTAR ALGO DE ALGUIEN...
Antes de HABLAR CONTAR O COMENTAR algo de alguien...
*Pasemos los tres tamices*
Un principio que me pareció muy acertado... así que el día de hoy se los comparto..
En la antigua Grecia Sócrates tenía una gran reputación de sabiduría.
Un día vino
alguien a encontrar el gran filósofo, y le dijo:
– ¿Sabes lo que acabo de oír esto sobre tu amigo?
– Un momento, – respondió Sócrates –
antes de que me lo cuentes, me gustaría hacerte una prueba,
*La de los tres tamices*
– ¿Los tres tamices?
– Sí,- continuó Sócrates – antes de contar
cualquier cosa sobre los otros,
es bueno tomar el tiempo de filtrar lo que se quiere decir.
Lo llamo el test de los tres tamices. El primer tamiz ..
es la verdad.
¿Has comprobado si lo que me vas a decir es verdad?
– No, sólo lo escuché.
– Muy bien.
Así que no sabes si es verdad. Continuamos con el segundo tamiz, el de la bondad. Lo que quieres decirme sobre mi amigo,
¿es algo bueno?
– ¡Ah, no! Por el contrario.
– Entonces,- cuestionó
Sócrates – quieres contarme cosas malas acerca de él, y ni siquiera estás seguro de que sean verdaderas. Tal vez aún puedes pasar la prueba del tercer tamiz,
el de la utilidad. ¿Es útil que yo sepa lo que me vas a decir de este amigo?
– No, ¡en serio!
– Entonces,- concluyó Sócrates – lo que ibas contarme
no es ni cierto,
ni bueno, ni útil; ¿por qué querías decírmelo?...
Mejoremos nuestra vida y sociedad.
No hablemos
No comentemos
de nadie nada
Si no sabemos si es verdad
Si es bueno y finalmente si es útil
Los invito a reflexionar para intentar ser mejores personas
Un fuerte abrazo.