Problema mundial;
regalo maldito del desamparado,
mas fortalece su interior de ser humano,
cuando el dolor del hambre le embarga
y el frío acobija su mirada.
Asesina de anhelos, fe, creencias,
así como ilusiones del que no posee nada.
Como susurro se mantiene en la existencia
de la pobre gente,
que se desgarra por una oportunidad
de trabajo para poder a sus hijos alimentar
y la veracidad contrarrestar.
Este es un mundo de los que no tienen poder,
que viven en la nube de la soledad o de la sociedad
que los discrimina por no tener ropa fina.
Contaminada también está por
la serpiente del pecado,
que fuerza al débil de mente a vivir en
el paraíso de la perdición,
donde reina la droga y la corrupción.
Enemiga latente que amarga mi mente,
Me arrodillo ante su creciente y me
vuelve impotente, al no poder ayudar
a quien vive mendigando el pan de su día a día;
al que su techo es alumbrado únicamente
con la luz de la luna, y su cobija es el calor
de la banca donde descansa arriesgando su suerte.
Un gran hombre el mendigo es;
cabalga en la lancha de la astucia
para tratar de sobrevivir.
Su visión es como la de un gato en plena oscuridad
que hasta las ánimas divisa; cosas que un ser normal
no puede ver y tiene mas vidas que él.
Poesía al rico también quiero dar,
para recordarle que demuestre su piedad
y deje de pensar que su riqueza gastará.
El millonario es más pobre cuando
no comparte lo que tiene.
El pobre es más rico cuando derrocha su bondad
aun no teniendo para tragar.
Bendecido es por la riqueza de su corazón,
que hace la diferencia en su miserable nación.
Hay de aquel acaudalado que pudre al universo
con sus ínfulas de poder;
cree que comiendo caviar, su alma purificará,
condenando así mismo su existencia:
viviendo vacío en la desolación de su interior.
Que cada quien se aferre a su Dios pidiendo
por un mañana, donde no haya tanta pobreza,
ni apeste a inmundicia y no se cultive más la desgracia.
Que el pedazo de tierra de cada pobre,
sea más fértil y se coseche la victoria con
esperanza a un nuevo y mejor mañana.
Ingrid Carolina Amaya -Estados Unidos-