La soledad in fraganti
nos tendió una celada,
exhortando la furia
en su coliseo.
¡Nos encontró vacíos!
sin espadas en las manos,
inútiles cautivos
reclusos de la nada .
¡Intentamos escapar!
pero ¿Cómo?
no éramos
ciudadanos…
¡La noche resplandecía!
Como si por siempre
nos hubiese estado aguardando,
esperando que fuésemos
gladiadores
que sin más,
lo entregan
todo.
¡La muchedumbre gritaba!
El espectáculo
no aceptaba medias tintas,
¡Alguien debía morir!
podría ser perdonado…
¡La luna era romana!
Alzaba las emociones
orgullosa e iracunda,
iluminando despectiva
nuestra soledad
de arena.
El peso de mi alma
se hizo muy ligero
¡Nos vimos a los ojos!
El sigilo de la vida
soltó a sus leones
¡Temblé!
mientras mi corazón
asustado
fallecía,
mirando
el horror
de la monotonía.
Scarlet C
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