Contemplé la pasión de mi universo en ti,
Permanece intacto algo más que tu paisaje,
fuiste el sol que me dio vida.
Llegaste igual que generoso esplendor,
con un corazón de niño que alimentó mi alma.
Siempre serás parte de mi ser,
donde el límite, será la infinitud.
Un amor imposible e inolvidable.
Solo pensar en ti, me siento plena,
Ahora y siempre, a donde vaya, caminarás conmigo,
seré, como primavera siempre viva.
fuiste el mar, yo su orilla.
Pude alcanzar el cielo sin tener alas.
Nuestros corazones no hablaron, gritaron en silencio.
¡Qué no se acabe el camino!
Fuiste mi respiro, mi vivir, mi sentir
Está escrito para siempre.
¡Siempre conmigo!
Donde soñé llegar a ser tuya y tu mío
donde alcancé y acaricié tu corazón.
Del anhelo de tus besos y miradas viviré
jamás podría contar con mayor regalo
Te seguiré amando como hasta ahora lo hice
aquel entonces estará dispuesto a respirarnos.
El tiempo coloca las cosas donde deben estar
lo que pudo ser y no fue, no sobrevendrá.
Gracias por tanta ternura, alma de mi alma,
cerca de ti, soñando siempre
sentí el calor de abril, al leerte.
¡Mi amor virtual! Así tuvo que ser.
Y alzaste el vuelo, feliz hacia tu playa
surcando el horizonte con cálidos matices
y ese brillo de diamante en tu mirada,
rasgando el aire, vivirán mis pensamientos.
Aun no puedo acallar mi voz,
el silencio llega a ser bullicio,
mientras desnuda está la piel de mi alma,
te besaron mis ojos, mis manos, mis labios,
dejando huellas de amor donde los sueños
hicieron su morada.
Tus letras, mantienen el fuego encendido,
en mí, invernan, los juramentos de amor eterno,
esos que curan alma y cuerpo.
¿Dime, Amor, cómo podré vivir sin ti?
si te imagino en todos lados
como viento que toca mi rostro.
¡Alma de mi alma
Adiós... te amaré por siempre!
LOURDES AVILA ZAPIÉN -MÉXICO-
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