El final de mi libro favorito
aún está por escribir, su emocionante
argumento dicta sobre ti y sobre mí.
Pinceladas en el lienzo donde se despide
el día por cortesía de dar paso a la noche
allá en el horizonte...
El cielo sembrado de estrellas.
La luna coquetea con los planetas.
Las nubes ronronean y dejan caer una suave
llovizna, bajo la que abrazados bailamos,
estrechándonos y acariciándonos con los
brazos y las manos...
Y las miradas se suceden.
Y los secretos pierden peso.
Y es muy dulce interpretar ese momento
en el que no hay estupidez inconfesable
capaz de escribir un final a nuestra historia
inolvidable.
Francisco Piñero
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